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Los aborígenes de Gran Canaria

No existe una solución al misterio de la llegada de los primeros pobladores a la isla. Existen teorías más o menos interesantes que los ligan a los pueblos del Atlas en África, pero hoy en día seguimos sin conocer con exactitud de donde vinieron. Lo que si sabemos es que poseían una religión y una organización social muy elaborada. 

Su sociedad estaba estratificada, siendo la punta de la pirámide el guanarteme (rey), el Tagoror (consejo) y el Faycán (lider religioso). Asimismo estaban por encima los guerreros, de noble alma y grandes habilidades. Y por debajo los expertos momificadores, que se dedicaban a preparar las momias que después encerraban en cuevas o enterraban en túmulos. Este conocimiento de momificación no natural es algo extremadamente importante que los une con culturas tan lejanas como la egipcia. Habitaban en casas redondas de piedra o en cuevas, donde también almacenaban el grano que recogían. Con este grano de cebada fabricaban el gofio, alimento que fue incorporado rápidamente por la población española y que existe hoy en día, siendo uno de los alimentos clave en la gastronomía canaria.

En el aspecto artístico no existen grandes piezas o ejemplos. Quizás su alfarería, de increible parecido a la de los pueblos preegipcios y las pintaderas, cuyo uso es discutido hoy en día.  La cultura aborigen desapareció poco a poco después de la conquista, pero no sin antes dejar escrito en la historia de España episodios de una bravura temeraria que originó personajes lejendarios como Doramas o Bentejuí.

Las pintaderas son piezas pequeñas realizadas en barro y decoradas con motivos geométricos. Su uso no está claro, aunque algunos autores apuntan a decoraciones corporales y otros a marcas o sellos para indicar la propiedad de cuevas destinadas al almacenaje de grano.

 

 

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